La terapia miofascial es un método de evaluación y tratamiento de los movimientos y alteraciones del sistema fascial para eliminar sus restricciones y equilibrar la función corporal.

La fascia es un tejido conjuntivo que rodea todos los órganos en forma tridimensional que permite mantenerlos en su correcta posición y funcionamiento. Si se altera la estructura de la fascia, al ser continua, puede provocar restricciones en zonas lejanas a la zona afectada, causando dolor y alterando el buen funcionamiento del aparato locomotor y del resto de sistemas.

En el proceso del tratamiento, el fisioterapeuta utiliza suaves estiramientos, presiones sostenidas y un posicionamiento especial para lograr cambios en el desarrollo mecánico del cuerpo y así aliviar el dolor como también recuperar la alterada función corporal.

Este tipo de terapia está especialmente indicado en dolencias como: lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, hombros dolorosos, cefaleas, síndrome de la fatiga crónica, problemas menstruales, codo de tenista, secuelas del latigazo cervical, síndrome del túnel del carpo y escoliosis.

Es también un tratamiento complementario dentro del tratamiento de la fibromialgia.